Tras la muerte de su hijo Giovanni, que el dogo había asociado al trono a la manera bizantina, estalló una conspiración contra su tiranía. Corría el año 834. En su ritual visita la vigilia de la celebración de la Exaltación de la Cruz a la iglesia de San Zaccaria, cuando el octogenario dogo salía de la iglesia tras la puesta del sol, asaltado por un grupo de hombres armados, fue asesinado.
Durante los siguientes días se produjeron luchas callejeras, escaramuzas y desórdenes. Esta inestabilidad que asolaba la ciudad perduraría dos meses, hasta la elección de un nuevo magistrado supremo: Orso Partecipazio. Orso, inmediatamente, pacificó la ciudad condenando al exilio a los promotores de la conjura y alejando en la isla de Poveglia a los más exaltados partidarios del dogo asesinado a los que concedió privilegios y compensaciones.