A partir del núcleo inicial del Dogado, es decir, el territorio que comprendía el área metropolitana de Venecia y sus lagunas, los dominios venecianos se ampliaron tanto en ultramar como en el continente a través de conquistas militares, investiduras feudales y adicciones. Esto dio lugar a una organización territorial mas bien heterogénea, vinculada a las condiciones históricas y políticas en las que los territorios, ciudades, castillos o islas habían entrado a formar parte de la República.