Los Grimani fueron una familia noble de Venecia, de cuyo patriciado formaron parte incluso después de la Serrata del Maggior Consiglio de 1297. La familia dió tres dogos a la Serenissima.
Los historiadores no se ponen de acuerdo respecto a su origen. Parece que el primer Grimani documentado, un tal Servadio, regresó a Venecia a principios del siglo X, donde sus abuelos, de origen lombardo, habían ya residido. Su hijo Teodosio, en el 940, formó parte del Gran Consejo.
Girolamo Grimani, padre del dogo Marino, hizo construir en el siglo XVI un palacio en la calle Grimani, proyectado por Michele Sanmicheli. En él tuvo lugar la solemne coronación de Morosina Morosini, esposa del dogo Marino Grimani.
En Santa Maria Formosa se encontraba una rama de la familia Grimani, pues allí se encuentra el grandioso palacio que fue morada del dogo Antonio Grimani, ampliado a mediados del cinquecento por el Patriarca de Aquilea, Giovanni Grimani, hombre culto y apasionado de la arqueología, coleccionista de arte antiguo y que conservaba en el edificio una rica colección en gran parte dispersa. Hoy el palacio es un museo.
La nobleza de los Grimani fue confirmada el 8 de febrero de 1819 por el Imperio Austríaco.
En el siglo XVII, con el matrimonio de Antonio Grimani y Elena Gonzaga, hija de Ludovico Francesco Gonzaga, cuarto marqués de Palazzolo, nació la familia Grimani-Gonzaga.