Vittore Carpaccio
Vittore Carpaccio (Venezia, 1460/65 - 1525/26) fue un pintor cuatrocentista veneciano. Ocupa un lugar destacado en la pintura veneciana de transición del siglo XV al siglo XVI, aunque desarrolló un estilo muy personal y se mantuvo al margen de las corrientes pictóricas en boga en su época. Fue sin duda uno de los pintores más originales e imaginativos que trabajaron en la Venecia del Renacimiento. Vivió en un momento de extraordinaria efervescencia económica y cultural, cuando la Serenísima era una verdadera potencia europea y mediterránea, aunque afectada por graves crisis, como la Guerra de Cambrai (1509-14).
Carpaccio se formó en la tradición pictórica veneciana de los Bellini, los Vivarini, así como de otras personalidades influyentes, como Antonello da Messina o Durero. El resultado fue una personalidad original y autónoma, especialmente atraída por los detalles de la flora, la fauna y el paisaje, de la arquitectura, el mobiliario y la decoración, de la vestimenta y el exotismo. Todo compuesto con una inspiración que va de lo lúdico a lo teatral, de la anécdota a la sátira, pero que alcanza una altura artística suprema.
Gracias a estos múltiples registros, Carpaccio fue sobre todo un narrador insuperable y uno de los inventores de la pintura de género europea. Es celebrado sobre todo por sus ciclos, series enlazadas de lienzos que transmiten historias sagradas, con una elocuente narración visual, creadas para las salas de reunión de las Scuole venecianas. De los cinco grandes ciclos para las Scuole de Venecia, solo dos permanecen en la ciudad: la Scuola di Sant'Orsola (en la Accademia) y la de San Giorgio degli Schiavioni. Durante la ocupación francesa se dispersaron las de la Scuola degli Albanesi y la Scuola dei Laneri o de Santo Stefano. Tres de los seis cuadros de los Albanesi estan en Venecia, dos en la Pinacoteca de Brera en Milan y uno en Bergamo, en la Accademia Carrara. De los cinco cuadros del ciclo de Santo Stefano ninguno permanece en la ciudad, y además uno se ha perdido.
Al final de su carrera, entre la segunda y tercera décadas del siglo XVI, el arte del maestro, aunque siguió siendo sugerente y culto, no parece seguir el ritmo de las innovaciones temáticas y técnicas introducidas por Giorgione.