La Fachada principal de la Basílica de San Marcos esta dividida en dos partes cada una con cinco grandes arcadas.
La arcada superior, con balaustrada, está embellecida por los cuatro caballos de bronce dorado. Esta obra de arte bizantina es la única cuadriga antigua conservada a día de hoy. Los magníficos caballos llegaron a Venecia en 1204 con el inmenso botín de guerra conseguido por los venecianos, siendo dogo Enrico Dandolo, tras la conquista de Constantinopla en la IV Cruzada.
La planta inferior presenta un complejo entrelazamiento de arcadas, órdenes sobrepuestos de columnas, relieves y decoraciones. En la luneta de la primera arcada, desde la izquierda, se encuentra el único mosaico antiguo que ha permanecido de la fachada: El traslado del cuerpo de San Marcos a la iglesia (1260-70). En la luneta de la segunda arcada se halla un mosaico de Sebastiano Ricci: El cuerpo de San Marcos venerado por el Dogo. Alrededor de la tercera luneta encontramos tres arcos decorados con espléndidos bajorrelieves del siglo XIII (meses, virtudes, profetas), uno de los más importantes ciclos de la escultura románica en Italia. En el intradós del arco mayor están los bajorrelieves de los principales oficios de la ciudad. En la cuarta luneta hay un mosaico del siglo XVII: El cuerpo de San Marcos acogido por los venecianos. En la quinta, otro mosaico del mismo siglo: Engaño del cuerpo de San Marcos.