Los Tetrarcas son una escultura de pórfido rojo situada en la esquina de la cámara del tesoro de la Basílica de San Marcos en Venecia.
La cámara del tesoro de la Basílica de San Marcos, sin ventanas y en forma de bloque, conserva los tesoros de la iglesia, las reliquias y los útiles litúrgicos.
Los Tetrarcas forman parte del botín obtenido por los venecianos en el Mediterráneo oriental. La escultura, datada en el siglo IV, representa con toda probabilidad a los Tetrarcas, cada uno de los cuales gobernaba una cuarta parte del Imperio Romano. Se trata de una estilizada reproducción del emperador romano Diocleciano y los coemperadores Maximiano, Constantino y Valerio.
Una leyenda veneciana interpreta que las figuras corresponden a cuatro moros que pretendían robar las reliquias de San Marcos. Gracias a un milagro del santo, los cuatro ladrones se convirtieron en estatuas de piedra y permanecen en el lugar para asustar a posibles ladrones.