La góndola veneciana aparece por primera vez en un antiguo documento de 1094. Inicialmente algo tosca, se convirtió en una embarcación bella, elegante y delicada. Hoy es probablemente la embarcación más famosa del mundo.
La góndola cuenta con una serie de detalles en su construcción que la hacen adecuada a las aguas de la laguna de Venecia. Tiene el fondo plano, de forma que puede flotar en poquísima agua. Es una embarcación alargada y estrecha, con un solo remo y asimétrica: el lado izquierdo es 24 centímetros más ancho que el derecho, para permitir su manejo por un solo gondolero (las primeras góndolas no eran asimétricas y necesitaban de dos remeros). Su longitud fue cambiando con el tiempo quedando establecida en 11,50 metros de largo por 1,40 de ancho. Para su construcción se utilizan de 8 a 13 tipos diferentes de madera y se compone de 280 elementos. Actualmente existen 405 góndolas.
Antes las góndolas llevaban en el centro una cabina desmontable llamada felze, para resguardo en invierno de los pasajeros o para eventuales ocultamientos.
La proa lleva un hierro dentado (ferro della gondola) que evoca a la propia Venecia:
- La parte superior evoca el Corno Ducale, el sombrero del dogo.
- El mástil curvado recuerda el ondulamiento del Gran Canal.
- El semicírculo bajo el Corno Ducale evoca al Puente de Rialto.
- Los seis dientes representan cada uno de los Sestiere de la ciudad, en este orden: San Marco, San Polo, Santa Croce, Castello, Dorsoduro y Cannaregio.
- El diente aislado en sentido contrario representa la isla de la Giudecca.
- Las puntas decoradas entre diente y diente representan las islas mayores de la Laguna: Murano, Burano y Torcello.
En sus orígenes, cada propietario de una góndola elegía su color. Con el tiempo, debido a la excesiva magnificencia utilizada por algunos nobles en su decoración, los Provveditore alle Pompe (establecidos a partir del 578 para verificar los excesos en el comportamiento de los venecianos en la forma de vestir y el lujo), decretaron que las góndolas debían ser obligatoriamente de color negro.
De origen desconocido, el nombre podría provenir del término latino cuna, cuna, y de ahí cunula, o pequeña barca que se balancea.